martes, 23 de marzo de 2010

POETISAS CONTEMPORÁNEAS GRIEGAS: Myrtiótissa (1883-1968)


LUNES 15 DE FEBRERO DE 2010

Seudónimo de Theoni Drakopulu.

Nació en Constantinopla en 1883 y murió en Atenas en 1968.
De su casamiento con el periodista Spyros Papás nació un hijo, el actor Yorgos Papás.
Ella misma había participado en representaciones teatrales en "Nea Skiní"
(Nuevo Escenario); fue profesora de recitación en el Odeón de Atenas.
Ha publicado los siguientes libros de poesía: Canciones (1919), Llamas amarillas (1925),
Los dones del amor (1932), premiado por la Academia de Letras de Atenas, Gritos (Premio
Nacional de Poesía 1939), Poemas-obras completas (1953).
Ha sido traducida al inglés, francés, español, alemán, italiano y húngaro. A su vez tradujo
Medea de Eurípides al griego actual. De su poema Te amo, inspirado por el poeta Lorentzos
Mavilis, dice Katerina Anguelaki-Rooke que es "el más famoso poema de amor en griego moderno"
y el crítico Babis Klaras señala: "sus poemas surgen de su alma y su expresión no se ve
impedida por reglas. La mayoría de su temática no tiene relación con la realidad de nuestra
época. Ni responde a preguntas angustiantes. Motivo básico es el sentimiento amoroso.
Y eso sería monótono si la poeta no tuviera la fuerza de componer variaciones sobre el
mismo tema y ofrecer llama pasión en versos perfectos, técnicamente trabajados. Por eso
habla directamente al alma. Un trovador femenino del amor fue básicamente Myrtiótissa".

EN LA VENTANA

En la ventana
a mi frente
un árbol seco
me acompaña

Salvaje la lluvia
hasta aquí lleva
y toda su oscuridad
penetra en mí

Las palabras suenan
vacías en mi interior
y está mi pensamiento
también sombrío

Permanezco muda
en el estruendo del mundo
como una vieja
guitarra rota...


TE AMO

¡Te amo, no puedo
decir otra cosa
más profunda, más simple
ni más grande

Aquí delante de tus pies
con anhelo esparzo
la flor de muchos pétalos
de mi vida.

¡Oh, mi abeja, bebé
de ella los dulces
y puros aromas
de mi alma!

¡Mira mis dos manos!
Las brindo enlazadas
para que dulcemente
reclines la cabeza,

¡Y mi corazón se regocija
y busca con celo
que se conviertan ellas
en almohada!

Y como lecho, mi amado,
tómame entera
apaga en mí la llama
de tu fuego,

Mientras yo a tu lado
miraré la vida
pasar al ritmo
de tu corazón...

Te amo ¿qué puedo,
oh hermoso, decir
más profundo, más simple
ni más grande?

1 comentario:

  1. Que interesante su vida, y que bellas sus poesías, deberían difundirlas más. Gracias por compartir.

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